jueves, 13 de octubre de 2011

Reflexión para propiciar una buena comunicación

Después de la clase de hoy,  en donde tuve un espejo frente a mí, que me permitio autoobservarme, voy a hacer algunas reflexiones de lo que me quedo dando vueltas, estoy de acuerdo que me  tarde en buscar una mejor comunicación y que debí propiciar el momento no esperarlo, también me doy cuenta que aunque no llegue a eso, si estaba en riesgo de entrar en la indiferencia y la superficialidad y como vimos en clase eso sería muy peligroso tanto para mi persona como para mi relación laboral, además que la superficialidad no podrá profundizar por lo mismo no podrá existir el encuentro con la otra persona.
Crear ambientes, de confianza es fundamental para una buena comunicación y por consiguiente un buen desempeño y estabilidad emocional también.


Las experiencias desagradables se fundamentan en valores, y generalmente pensamos que es el otro el que no tiene valores cuando yo misma estoy dandole importancia a mi arrogancia por creer que yo estoy haciendo bien las cosas y despreciando al otro al pensar que él es que está mal y así lo estoy despreciando dandole una minusvalia y al mismo tiempo voy creando una muralla que me deja en la zona de la superficialidad y de la hostilidad, no hay actitud de cambio, de comunicar , de acordar, de escuchar de dejar mi sobervia a un lado y realmente estar ahí presente, se van creando hábitos de comunicación patológicos que como todo hábito, mientras más se arraigue más difícil será modificarlo.
Una vez que en este caso ví el momento y lo aproveche,  como ya dije no lo busque directamente, pero tengo claro que ya era algo que me había propuesto antes ya que no me gusta trabajar así, aunque no lo había planeado como en que momento preciso sería, sabía que tenía que ser, y bueno una vez que estaba sucediendo, que asumí la responsabilidad de mis acciones, de comunicar mis necesidades, de explicar el porque de las decisiones y buscar embonar con las necesidades del otro, me deja la sensación de haber estado ahí compartiendo, de haber sido un momento importante, en donde se juntaron la oportunidad, la actitud, el hecho de que por lo menos una persona quería el cambio (en este caso yo) y se pudo provocar en la otra persona también. Dejando  una encuentro real, el cual puede dejar esa sensación de encuentro por mucho tiempo, y ese encuentro genera movimientos donde se pueden cambiar el desprecio, la arrogancia y la hostilidad.

En algunas ocasiones me puedo quedar callada por miedo, temor o por no asumir el riresgo de como se tomarán mis palabras y los alcances hasta donde  pueden llegar porque el hablar implica responsabilidad, soy responsable de lo que hablo, y además de hacer que mi voz se escuche no que se quede apagada bajo el disfraz de la sumisión y hasta cierto punto un área de confort porque si no hablo no tengo responsabilidad.
Cuando queremos hablar con alguien y habla mucho nos está indicando un signo de resistencia al diálogo, no hay actitud de cambio, hablo y hablo para que no pueda hablar el otro y toque temas que me incomodan que me hacen ruido y no quiero tocar.


Después de mi experiencia puedo decir que se elimino una válvula de presión, el ambiente esta mucho mejor, es más agradable trabajar así, además que me permite ser más creativa, claro que me implica más trabajo porque debemos trabajar en equipo, pero también puedo obtener lo que a mi me es necesario y así todos apostamos por el ganar - ganar. que ya es un cambio porque no moviamos por el perder -perder o ganar - perder, y de esta manera queda claro que vale la pena esforzarme y estar autoobservandome continuamente para revisar que no este creando hábitos de mala o nula comunicación.

lunes, 10 de octubre de 2011

Humildad Ontológica

Recuerdo que difícil era para mí entender que pueden haber muchos puntos de vista o muchas realidades, se que me comportaba como una auténtica controladora, y según yo muy valiente además, porque defendía mis opiniones y mis conceptos, pero hace unos años leí un libro que me pareció interesante se llamaba "ideas para tener ideas" ese libro me mostró de una manera muy fácil, didáctica y clara como un mismo objeto, situación u concepto se puede mirar desde muchos sitios diferentes, y una vez ubicada en esos distintos sitios  mi percepción cambiaba y a veces radicalmente, aunque me dejaba muy claro que la realidad es una, pero las formas como la percibimos según las circunstancias son las que van haciendo que podamos considerar las situaciones desde el punto de vista del otro.

La arrogancia ontológica nos cierra la oportunidad de ver otras opciones y también nos limita el poder cambiar de opinión.

Yo llevo esta parte del controlador y el aprendiz al aula con mis alumnos, todos aquellos que tenemos una actitud de "yo ya lo sé todo, no  necesito estar aquí" (actitud del controlador) nos negamos la oportunidad de aprender, en cambio aquellos que llegamos con actitud de aprendiz estamos abiertos a aprender algo.

El controlador sufre porque en algún momento puede perder el control, puede fallar y verse afectada su autoestima, el aprendiz en cambio como no tiene nada que perder o demostrar, es más libre y más feliz porque se puede maravillar y sorprender con nuevos descubrimientos.

Un hit en deshacer el nudo de la comunicación

Como ya había comentado antes me estaba costando trabajo recuperar la buena comunicación con una persona con la que laboro, pero este fin de semana, creo que logre avanzar mucho, primero necesitamos hablar claramente sobre cuales eran las acciones que esperaba de mí, fué clara y precisa, entendí que era lo que quería, lo contextualizo, me explico que era lo que sentía porque era un trabajo que ya le había encargado a alguien más y no lo había hecho correctamente, me explico cuales son los alcances de un error o de los aciertos en esos documentos, yo lo comprendí más fácilmente ya que pude ver toda su perspectiva y entender la premura y certeza con que lo necesitaba. Lo hice lo mejor y más rápido que pude y a partir de ese momento, como se obtuvieron los resultados también salió la parte humana y me explico que había un mal entendido anterior que le había hecho tomar ciertas distancias, sé que fué algo que la persona asumio como un hecho, no me pregunto pero actúo en consecuencia de sus juicios.Yo tampoco actue correctamente ya que me dí cuenta que algo estaba pasando y me hice a un lado, no confronte ni pregunte que sucedia, decidí quedarme callada porque en ese momento lo consideré lo mejor, pero ahora que  hable sobre el tema, se aclararon las dudas,  nos dimos cuenta que necesitamos comunicarnos mejor ya que hacemos buen equipo, pero si la comunicación no es abierta y franca no podemos construir y nos vamos atorando en los procesos.
Como se están dandolos espacios y las circunstancias son adecuadas  yo pude expresar mis necesidades y las propuestas de como pueden ser atendidas, estoy en espera de una respuesta, pero creo que si pude expresarlas correctamente imprimiendo todo el contexto de los hechos, que resultados espero obtener, cuales serían las consecuencias positivas y como afectaría eso en mis emociones ya que me quitaría una preocupación, me dejaría más tiempo libre que podré utilizar en desempeñar mejor mis proyectos,  muy probablemente está respuesta sea positiva. Ya les contaré como continua mi historia.

De fuera hacia adentro o de adentro para afuera

Cuantas cosas dejamos de hacer o hacemos en la vida sin que sean las que realmente queremos hacer, pero las hacemos solo por quedar bien y que nos den un punto de aprobación, por validarnos, o por llenar espacios vacios que llevamos dentro. Me impactaron mucho estas palabras, me llevaron a la reflexión, ¿dónde estaría ahora? si sólo hiciera las cosas que salieran desde mi interior, aquellas cosas que realmente deseo hacer, aquellas cosas que no les viera límites, que no tuviera prejuicios por hacer o por no hacer, creo que sería más auténtico mi proceder, porque no estaría buscando probar nada, solo estaría disfrutando del "hacer" por ser una prolongación de mi propia existencia, de mis gustos, anhelos, amores, deseos, valores, en otras palabras sería un regalo a mi propia felicidad.¨Porque no entonces escuchar más seguido las voces que desde mi interior deben estar gritando y yo por entretenerme en tratar de llenar agujeritos no les hago caso, creyendo que es más importante aquello que me demanda desde afuera, que me nombra, me exige y me distrae con la "brillante medalla de la Excelencia" la cual pareciera debiera obligatoriamente llevar al cuello y obviamente mientras más grande, más pesada. Deberé cambiar mi percepción sobre el premio o castigo que pesan sobre mis acciones para que vayan más de acuerdo con mi percepción de la felicidad, y pueda realmente vivirla y disfrutarla desde mi interior y proyectarla hacia afuera hacia quienes me rodean..